Para crear una empresa lo primero que se necesita es:
Experiencia sobre el negocio que vas a montar: Si no se sabe cómo funciona, por ejemplo una churrería, de los márgenes, de los precios, del mercado, de los costes… tardarás 2 o 3 años en aprenderlo con tu dinero y por lo tanto lo único que se lograrás es descapitalizarse.
Capital para el arranque: Hay que tener en cuenta que en una situación ideal se podría estar vendiendo al mes siguiente de abrir. Eso sería lo perfecto, ahora que en la mayoría de los negocios se necesita que el mercado te conozca. Eso puede llevarte de 2 a 3 años. El capital para el arranque financiará tu remuneración durante el tiempo que no se facture al principio y los costes de marketing e infraestructuras.
El negocio más fácil de montar sería aquel que ya se conoce cómo funciona a la perfección, que no se necesita mucho capital para el arranque y que encima, nada más abrir ya se está vendiendo.
Hay que arriesgar, y se tendrá que apostar a todo o nada. Por eso es importante que no se posean muchas cargas familiares ni hipotecas. El objetivo durante la fase de arranque será disponer de mucha liquidez y por supuesto, de sacrificarse (nada de vacaciones durante 2 o 3 años, ni de gastos superfluos).
También lo ideal es ir trabajando y al mismo tiempo montar la empresa, pero eso requerirá de personal de apoyo y de una coordinación excelente. Hay que recordar que al que nos contrate no le gustará que nos dediquemos a otras cosas (por miedo a que en vez de trabajar para él durante la jornada, estemos trabajando para otros) y también por el afán de posesión: muchos empresarios utilizan su empresa como una extensión de su ego y con un sentido paternalista, por lo que cada trabajador contratado es como un hijo adoptado.
Que le dejes colgado algún día será una ingratitud terrible (muchos empresarios deberían entender que su empresa y sus trabajadores NO SON SU FAMILIA).
Capacidad para el sacrificio y el trabajar duro a cambio de nada: Durante los primeros años nos dejaremos la piel, haremos muchos
favores, soportaremos muchas humillaciones hasta que llegue un momento que nos tocara a nosotros... así es la vida.
Unir proyecto personal y profesional: Si lo que buscas es ganar dinero pronto y rápido, te has equivocado.
Para eso está el atracar bancos, comprar lotería o comprar y vender pisos.
Entender la idea de desarrollo profesional, personal y no supeditar el objetivo al dinero, te hará ver que a la larga el dinero es una consecuencia de un desarrollo profesional y personal valorado por el mercado. El sacrificio personal, la especialización profesional, la excelencia y el tesón son los que traen el dinero. El pelotazo en 2 años trae el dinero, pero igual que viene se va.
Entender qué es una empresa: una empresa no son 100 empleados bajo un mismo techo. Incluso no tiene porqué tener empleados (el 60% de las empresas españolas sólo tiene un empleado, el dueño).
Una empresa es una aventura, donde alguien, el empresario arriesga su capital y si es trabajador autónomo, también su trabajo
Al cliente no le interesan las formas, sino el resultado: Muchos negocios fracasan porque el empresario cree que tiene que montar un supernegocio que deje alucinados a sus clientes. Por ejemplo, superedificio en zona céntrica, secretarias, programadores, personal,
campaña de marketing y… nada de negocio. Si pregunta a su cliente éste le responderá: “a mí lo único que me importa es que me des un buen servicio a buen precio, aunque tus locales sean una cuadra a las afueras de la ciudad“. Por eso, hay que pensar cómo piensa tu cliente y montar la empresa entendiendo que factores va a valorar más el cliente y cuales menos.
Por lo tanto, cuando se comienza, hay que ser humilde y ponerse en la piel de comprador.